La humanidad estaba condenada a la extinción, el reinado del Homo sapiens sapiens llegaba a su fin y ya no solo iba a ser reemplazado por los Mutantes, nuevas subespecies se alzaban para sustituir a la actual Humanidad. Solo un idiota no se daría cuenta, los mutantes ahora eran inmortales gracias a su isla Krakoa, los inhumanos se habían extendido como una plaga por el planeta despertando el gen insertado por los Kree en la humanidad hace tiempo atrás, los eternos habían vuelto para reclamar su supremacía como guardianes de la tierra, sin contar los cientos de miles de superhumanos que aparecían cada día. Bastión sonrío en su celda de aquella instalación de alta seguridad, donde fue encerrado tras ser detenido por el gobierno de Estados Unidos, tras abortar la operación Tolerancia Cero ya hace dos décadas, por el horror desatado del genocidio mutante que había provocado con sus Centinelas Prime. No había envejecido ni un solo día, todo gracias a su fisiología mejorada por ser humano y centinela a la vez, dos décadas encerrado por sus crímenes contra la humanidad y los mutantes, se rio de forma cruel y se recostó en la silla del escritorio de su celda. Pronto el gobierno iría a él, al darse cuenta de que la humanidad estaba en extinción y a punto de ser sustituida por una miríada de subespecies humanas, el miedo lo sacaría de aquella prisión y le dejarían volver a su guerra. Los pasos resonaron en el pasillo a su celda, sabía que el Presidente Trump había venido en persona liberarlo, sintiendo se levantó y se ajustó su mono naranja de presidiario. La puerta blindada de su celda se abrió y vio una docena de soldados armados apuntándolo con armas, formando un muro defensivo entre él y el presidente Trump. Aquel hombre de piel anaranjada, pelo rubio alborotado y rostro furioso, lo miró con sus ojos azules llenos de fanatismo, su caro traje azul dejaba sus gustos por las cosas caras y el lujo desmedido.
-Sea bienvenido a mi morada, señor presidente -Bastión lo dijo sonriendo, mientras abría los brazos para señalar la amueblada celda de seguridad. -¿Qué trae a alguien tan importante como usted a esta prisión olvidada de la mano de Dios?
-América, es lo que me trae a este asqueroso lugar -respondió el presidente Trump, mirándolo con un brillo fanático en sus ojos y sonriendo de manera zalamera. -América siempre es lo primero y con las nuevas naciones de mutantes, inhumanos, eternos y atlantes ganando terreno y poniendo en duda de nuestra gran nación y raza, debo recurrir a métodos poco ortodoxos.
-Lo entiendo, señor presidente -asintió levemente Bastión, mirándolo con cierto desprecio y tranquilidad absoluta pese a tener una docena de armas apuntándole.-Yo soy la solución a todos sus problemas, limpiaré América de mutantes, inhumanos y cualquier otro ser superhumano, incluso acabaré con sus problemas de inmigración si me deja.
-Me parece bien...-respondió el presidente Trump, acariciándose la barbilla pensativamente y mirando a Bastión con suspicacia.-¿Pero como puedo asegurarme que no usará americanos de bien para hacer sus Centinelas?
-Por qué usaremos a los inmigrantes ilegales y condenados a muerte -Bastión sonrío, al ver cómo los ojos del presidente se abrían mucho de la sorpresa y explicó su plan.-En vez de deportarlos, me los enviarán a mí y los transformaré en un ejército que salve América y a la humanidad. Diremos que han sido devueltos a sus países de origen y con ellos haremos América grande de nuevo.
-Eso... podría solucionar todos... nuestros problemas…-el presidente Trump lo dijo de forma dubitativa, sabiendo que había ciertos dilemas morales por lo que le proponía Bastión. -Pero si la prensa o la comunidad internacional lo descubre… sería un escándalo...
-América y la humanidad es lo primero, usted mismo lo ha dicho, señor presidente -respondió Bastión de forma inflexible, sabiendo que ya tenía casi convencido a aquel fanático presidencial. -Será recordado como un presidente que hizo lo que debía que hacer, al igual que Washington o Lincoln. Es hora de hacer historia, presidente Trump.
-Está bien, recibirá un indulto presidencial y unas instalaciones -los ojos del presidente Trump brillaron llenos de ambición y deseo de pasar a la historia, una sonrisa egocéntrica apareció en su rostro. -Tendrá tantos inmigrantes ilegales como necesite, material, hombres y tecnologías de todas las empresas, no falle a América y a la humanidad.
-Gracias, señor presidente -Bastión sonrío levemente, sabiendo que aquel necio había mordido el anzuelo e iban a liberarlo, pronto empezaría a poner en marcha su operación de exterminio. -Le aseguró que estará encantado con el resultado…
Habían pasado seis meses desde que había sido liberado, Bastión observaba su instalación secreta trabajar a pleno rendimiento, desde su conexión directa al servidor central. Los laboratorios de investigación estaban trabajando a toda velocidad, desmantelando la tecnología de Stark, de Hammer, de Hydra y de IMA para aplicar ingeniería inversa y añadirla al arsenal que él mismo estaba diseñando. Pese a que Trump había perdido las elecciones casi al momento de liberarlo, había borrado de los servidores del Pentágono y de las agencias gubernamentales los registros de su nueva operación. Camiones llevaban cada semana inmigrantes ilegales y presos condenados a muerte, que eran arrastrados a los tanques de éxtasis criogénicos, a la espera de ser modificados cibernéticamente o se les inoculara el tecno-virus centinela . Pronto una nueva generación de Centinelas se alzaría, los Alpha Prime serían una mezcla perfecta entre humanos y centinela con la capacidad de reproducirse y de evolucionar. Una sonrisa apareció en el rostro de Bastión, solo era cuestión de tiempo y de esperar el momento adecuado para atacar, reclamando la Tierra y alzándose como la nueva humanidad regente, una a su imagen y semejanza. Cientos de cables se conectaron al cuerpo de Bastión desde el servidor central, entrando en hibernación a la espera de que fuera el momento preciso para atacar, mientras el servidor central haría todo lo necesario para estar preparados para su resurgir.
El tiempo había transcurrido con más rapidez de lo esperado, mientras en ese laxo de tiempo varias amenazas habían azotado la Tierra, el ataque de Knull, la pelea de los eternos contra los mutantes y la creación del Celestial por parte de Stark. Bastión abrió los ojos y sopesó los datos sacados de las redes de información, los héroes y villanos, los mutantes, los inhumanos, los atlantes y los eternos estaban debilitados, la humanidad temblaba de miedo ante todos esos sucesos. Era su momento de alzarse, los cables del servidor se soltaron y cayó al suelo de rodillas, Bastión había sido mejorado por el servidor, haciendo que partes de su cuerpo asimilarán nuevas armas y tecnologías, sus piel estaba marcada por vetas de nanotecnología. Se alzó mejorado del frío suelo y salió de la sala de control central, caminado por los vacíos pasillos ansioso hasta el hangar principal, sus huestes estaban listas para la guerra y esperando sus órdenes. Miles de Centinelas Prime y Alpha Prime formaban en silencio, enormes Centinelas de aspecto estilizado se alzaban como titanes, incluso se habían transformado a animales para aquella guerra en híbridos centinelas, ratas, lobos, águilas y tiburones para ser rastreadores por tierra, mar y aire. Una mirada de asombro apareció en su rostro al ver varios centenares de Centinelas Alpha Prime muy diferentes a los demás, se habían creado usando mutantes e inhumanos latentes. Habían sido obligados a despertar sus poderes, para luego inyectarles el tecno-virus que los transformó en Centinelas y modifico sus mentes dejando atrás las lealtades o apegos que tuvieran. Bastión no pido evitar reírse por la ironía de la situación, que inhumanos y mutantes cazaran a los suyos era algo delicioso e irónico. Alzó sus manos y sonrío a su nueva raza, su progenie que heredaría el mundo y se dirigió a ella.
-Una era termina y otra comienza -Bastión lo digo alzando su voz y está retumbó por todo el hangar, mientras miraba a su nueva humanidad con orgullo paternalista. -La humanidad ya ha perdido su sitio en este mundo, nosotros somos sus herederos legítimos -todos los Centinelas empezaron a gritar a nombre al unísono y sonrío, movió sus manos para acallarlos y continuó con su retrógrado discurso. -Las demás especies humanas serán asimiladas o exterminadas, hoy empieza la limpieza del planeta de la impureza. ¡Qué empiece la Era Centinela! ¡Activar protocolo de extinción!
Las puertas del hangar se abrieron y todos los Centinelas salieron en busca de sus objetivos, Bastión sonrío, pues sabía que en ese mismo instante varios equipos infiltrados estaban contaminando las reservas de agua de todos los países con el tecno-virus centinela y transformando por millares a la población planetaria. Se elevó en el aire y también salió del hangar, su objetivo era Krakoa y los X-men en particular, quería saborear en persona el miedo y la desesperación de ver su sueño volverse cenizas bajo el puño de acero de sus Centinelas.
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