Lo había sacrificado todo por amor y lo había hecho de buena gana, ya no era un ser humano, sino una máquina asesina bajo las órdenes del Gobierno Mundial. Bartholomew Kuma lo había dado todo para curar a su hija, Bonnie y lo volvería a hacer sin dudarlo. Soportado un dolor inhumano de las modificaciones biomecánicas realizadas por el doctor Vegapunk y haber estado lejos de su pequeña Bonnie, todo para salvarla de su enfermedad letal y del mismo destino que sufrió la madre de la pequeña. Aquellos recuerdos eran ecos en mente modificada, su personalidad había sido suprimida por orden del propio Saturno del Gorosei, ese había sido el precio final por salvar a su hija. Aun así tenía esperanza, sabía que Nika aparecería y que el pirata llamado Luffy D. Monkey era un heraldo del cambio de aquel podrido mundo.
Durante sus dos últimos años había cumplido con el trato firmado con Saturno del Gorosei, trabajando como Guerrero del Mar y cumpliendo las órdenes de aquel cruel consejo. Cada día perdía un pedazo de su humanidad, pero había visto también una pequeña luz de esperanza en Bonnie y en el hijo de su amigo Dragón, el pirata Luffy D. Monkey. Aquel muchacho no era un pirata corriente, tampoco lo era su tripulación y sus actos desconcertaban al propio Gobierno Mundial. Liberando ciudades de piratas, dónde la Marina y su supuesta justicia habían apartado la mirada, derrotando a piratas como Boggy el Payaso, el hombre pez Arlong, el Capitán Krieg y su flota, el capitán Kuro, incluso a Crocodile y Moría que eran Guerreros del Mar como él. Además, aquella tripulación había asaltado Enies Lobby y escapado al bombardeo letal de la Buster Ball. Ahora Kuma se dirigía a Marineford, la guerra que decidiría el destino del mundo estaba a punto de librarse y la Marina había enviado un Vicealmirante para escoltarlo allí. El resultado de la guerra que estaba a punto de empezar cambiaría el mundo para bien o para mal, solo se alegraba de haber enviado con su poder lejos a Luffy D. Monkey, para que no interviniera en aquella cuenta guerra.
Había sido muchas cosas en su vida, esclavo, sacerdote, revolucionario, pirata y Guerrero del Mar del Gobierno Mundial, pero ahora todo eso no era relevante, lo único importante era la misión. Sus clones cibernéticos, los Pacifistas avanzaban en silencio absoluto, disparando sus rayos de energía explosiva y usando su fuerza sobrehumana para acabar con los piratas de Barbablanca, que marchaban sobre Marineford para rescatar al segundo comandante de su flota, el hijo de Gold Roger y nieto adoptivo del Héroe de la Marina, Garp D. Monkey. El resto de guerreros del mar estaban a su alrededor, listos para combatir a aquellas hordas de piratas, podía sentir el odio de los Marines hacia los invasores y hacia el mismo, pues era un pirata pese a que trabajará para el gobierno mundial. Los barcos piratas se acercaban a la fortificada isla y las flotas de la Marina salía a su encuentro, para librar una batalla naval entre ambas flotas y detener el avance de los piratas. Tras las flotas varias naves en forma de ballenas emergieron de las oscuras aguas del mar, entre ellas destacaba una de color blanco, la nave insignia de la flota invasora, una enorme figura subió las escaleras hasta quedar sobre el mascarón de proa, su sola figura heló la sangre a cada Marine de la isla, uno de los Yonkou había llegado a reclamar lo que le pertenecía y no se iría sin presentar batalla.
Barbablanca había exigido la devolución de Ace D. Portagas, pero el gobierno se había negado y la guerra había empezado. Con un solo movimientos de aquel enorme gigante musculoso, el aire se rompió al usar el poder de su fruta del diablo, provocando un maremoto que amenazaba con hundir Marineford. La tragedia se evitó gracia al poder helado del almirante Aokiji, congelando el mar y creando una superficie de desembarco para los piratas sin quererlo. Monstruos, piratas y usuarios de fruta del diablo de Barbablanca, se enfrentaban a los ejércitos de marines, los Pacifistas avanzaban en silencio, eran clones cibernéticos de Kuma y a los Guerreros del Mar que esperaban arrogantes para atacar, creando una zona de guerra donde no había piedad y no importaba quién caía, con tal de conseguir los objetivos de cada bando en guerra. Kuma avanzó acabando con cualquiera que se interpusiera en su camino, mientras observaba las escenas de valor y crueldad sin precedentes, como si fuera un simple espectro tras la mirada de sus ojos biónicos, bajo el control de su parte robótica. Un crujido enorme de hielo rompiéndose resonó por todo Marineford, todas las miradas se alzaron al cielo y vieron un enorme buque de guerra de la Marina caer de la nada, desparramando en el aire a sus ocupantes, que descendían empicado gritando hacia el helado mar.
Algo se removió en el interior de Kuma, al reconocer varias de las figuras que caían del cielo. Su amigo Emporio Ivankov, Luffy D. Monkey hijo de Dragón y Nieto de Garp, Cocrodile y Jimbei, ambos guerreros del Mar, además de tres centenares de peligrosos presos fugados de Impel Down como Boggy el payaso. Los observó, sabiendo que aquel tercer bando en disputa venía con el mismo objetivo que Barbablanca, rescatar a Ace D. Portagas, sus emociones por ver al joven pirata del sombrero de paja fueron sustituidas por los imperativos de su programación implantada. Todo se volvió un caos a su alrededor, transformándose en una guerra sin cuartel entre la Marina y la coalición de piratas de Barbablanca y de los fugados de Impel Down. Los heridos y muertos yacían por todos lados, en su interior retumbaban los gemidos de agonía de marines y piratas, que suplicaban por ayuda desesperadamente, mientras caían lentamente en las garras de la muerte. Pese a su impasible rostro y sus ataques despiadados, la mente Kuma gritaba de pena y ansiaba ayudar a los heridos, el sacerdote benevolente y piadoso que era, golpeaba la cárcel en que se había convertido su propio cuerpo.
El humo se disipó, la batalla había finalizado, obligados ambos bandos por Shanks, el Yonkou conocido como el Pelirrojo. Ace D. Portagas había muerto, Edward Newgate también conocido como Barbablanca había caído bajo la mano asesina y traidora de Barbanegra, para luego saquear su cuerpo y robar la fruta del diablo creadora de terremotos, traicionando también a la Marina y destrozando parte de Marineford antes de huir. Luffy había sido sacado de allí en estado de coma, Kuma sabía que el daño físico y mental de aquel muchacho había soportado era inhumano, solo para ver al final a su hermano morir entre sus brazos. Kuma caminó ajeno a los Marines y los piratas que huían gracias a aquella tregua, subiendo a un dañado barco de la Marina en dirección al archipiélago Sabaody, para cumplir la última petición que le había hecho a Vegapunk, antes de volverse totalmente una máquina de guerra sin corazón, proteger el barco de los Sombreros de Paja hasta su regreso a reclamarlo. Aquel acto sería su última contribución al futuro del mundo como un ser humano, esperaba que aquella tripulación trajera la luz y las sonrisas otra vez a la gente igual que Nika en una nueva era para su pequeño Bonnie.
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