Avanzó despacio por la pasarela, debajo de él podía ver los arcos eléctricos, que saltaban entre las hileras de pilas acumuladoras, mientras su casco intentaba atenuar el zumbido del generador, el cual se hacía más agudo según se acercaba a su objetivo. Garrik se arrodilló ante el generador, sacó las Cargas-D con movimientos precisos de su mochila y empezó colocarlas, sintiendo como la frente se empezaba a perlar de sudor por la presión de la tarea de colocar los explosivos. Un error y todo saldría por los aires antes de tiempo, debía ser muy cuidadoso y únicamente centrarse en la labor de colocar las cargas de demolición, lanzó un leve suspiro cuándo terminó y se levantó listo para buscar una ruta de escape, que lo llevará al punto de encuentro. Garrik retrocedió sobre sus pasos, mientras sacaba el cable con garfio, se situó bajó el conducto de ventilación e hizo girar el cable a toda velocidad. El cable salió disparado hacia el hueco del respiradero, para encajarse con un ruido sordo en el conducto. Tiró del cable un par de veces y empezó a subir, hasta colarse por el acceso por donde había bajado, con cuidado fue recogiendo el cable y lo enrolló en su mano para poder guardarlo, después volvió a colocar la rejilla y empezó a arrastrarse de nuevo por los conductos.
Garrik soltó una maldición en voz baja, sabía que no podía volver por dónde había entrado, su única ruta de escape posible era ahora el hangar de carga, que seguramente estaría ampliamente vigilado. Se movió metro a metro a través de los estrechos conductos de ventilación, siguiendo las indicaciones del mapa holográfico de la pantalla superpuesta en el visor de su casco. Garrik sujetó la rejilla y tras varios minutos de observar en silencio, decidió retirarla y salir del conducto de ventilación, bajó de un salto al suelo de oscura roca del hangar, intentando hacer el menor ruido posible, se quedó quieto y en tensión por el miedo de escuchar el sonido de la alarma en cualquier momento. Permaneció inmóvil con las manos sobre el fusil Combi, los segundos pasaban a toda velocidad en su visor, pero la alarma no sonó en ningún momento. Suspiró aliviado por su suerte, mientras estudiaba los enormes contenedores blindados, marcados con logotipos de empresas y facciones militares de toda la Esfera Humana, intrigado, se acercó a las puertas del contenedor más cercano y empezó a manipular el candado. Garrik sabía que estaba perdiendo el tiempo, que debería estar saliendo de aquel maldito lugar lo más rápido posible, pero su intuición le estaba gritando en lo más hondo de su cabeza, había algo importante en esos contenedores y debía saber que era. Las ganzúas se movieron con rapidez en sus expertas manos, el clic que sonó del candado al abrirse hizo sonreír a Garrik, al recordar su niñez de ladrón callejero en Bakunin, apartó el candado y abrió las puertas de metal, dejando a la vista el lúgubre interior del contenedor. Dentro había decenas de cápsulas llenas con humanos modificados con nanotecnología, yacían apiladas con cuidado con su mortal carga en suspensión criogénica, listos para ser enviados a cualquier rincón y planeta sin levantar sospechas. Un sudor frío le cayó por la espalda a Garrik, se apartó de las puertas del contenedor aterrado por las implicaciones de su descubrimiento, cuándo vio una enorme sombra de un TAG, allí estaba en el centro del hangar encogido en forma de ovillo, un enorme Avatar de la Inteligencia Evolucionada totalmente apagado. En silencio, Garrik fue avanzando usando los contenedores como cobertura y su dispositivo de camuflaje, esperando que aquel enorme monstruo no se activará y pusiera en peligro todo, solo por no adherirse a solo los objetivos de la misión.
La enorme puerta del hangar estaba en frente suya, sus manos volvieron a comprobar el fusil Combi y el E-mitter por instinto, suspiró profundamente para calmar sus nervios. Garrik activó la puerta del hangar, miró la carga del dispositivo de camuflaje empezó parpadear por la falta de energía, sujetó con fuerza el arma listo para su desesperada carrera por el recinto exterior, al abrirse el hangar saltó la alarma, sonando con fuerza por todo el lugar igual que un canto fúnebre. Salió corriendo a toda velocidad del hangar, pasando entre las confundidas patrullas de Unidrones Batroides que disparaban sus carabinas de plasma, mientras mandaba la señal de emergencia al equipo de extracción, apretó el botón del detonador y activó las Cargas-D, esperando que le dieran la distracción que necesitaba para escapar. La tierra tembló cuándo el reactor explotó arrasando la instalación Herico, su onda expansiva lanzó una mortal lluvia de escombros derribándolo todo a su pasó, igual que un huracán. Garrik soltó un gemido de dolor al levantarse, después de ser derribado por la fuerza de la explosión, una sonrisa apareció en su rostro al ver los restos destrozados y en llamas de la instalación Herico. Su sonrisa murió en sus labios al ver la silueta que salía entre el humo y las llamas, la hermana Mary manchada de hollín y con su armadura algo quemada, pero intacta, avanzaba hacia él como una tormenta imparable. Garrik desenfundo sus pistolas Breaker pesadas y disparó, mientras intentaba retroceder para ganar distancia de su enemiga. El enorme brazo biónico de aspecto alienígena se movió con rapidez sobrenatural, parando cada disparo con siniestra precisión, mientras Mary empezó a disparar contra el humano, usando una pistola de aspecto brutal con su mano derecha. El primer impacto le hirió en el hombro izquierdo y el segundo estropeó el casco de combate, arrojando a Garrik al suelo sangrando, desesperado se arrancó el casco y se lo lanzó a la hermana Mary, para luego desenvainar su espada de filo electromagnético. El casco fue agarrado con facilidad por el brazo biónico y aplastado con su mano como si fuera una simple uva, sin aminorar el rápido avance de la hermana Mary, que arrojó al suelo la pistola sin munición, lista para matar al intruso con sus manos desnudas por haber destruido toda aquella operación.
Garrik miró a los ojos a la hermana Mary, sabiendo qué tal vez ya no quedaba nada de ella, ahora solo era una fría máquina asesina al srrvicio de una inteligencia artificial alienígena. Soltando un grito, se lanzó a la carga lanzando una lluvia de espadazos, esperando encontrar una apertura para acabar con ella rápidamente. El brazo biónico paró cada acometida, mientras la hermana Mary sonreía cruelmente y le lanzó un puñetazo con su puño derecho, impactando de lleno en la cara de su enemigo. Garrik sintió como su rostro crujió ante el puñetazo, lanzando un chorro de sangre por la nariz rota y retrocediendo confuso por el dolor. Desesperado lanzó un tajo descendente, la mano del brazo biónico de la hermana Mary se movió con rapidez y agarró la hoja, leves descargas electromagnéticas recorrieron la superficie de la mano mecánica, que aplicó una fuerza enorme rompiendo la hoja y se rio al ver su enemigo caer al suelo sorprendido. La hermana Mary empezó a patear al indefenso Garrik sin parar, luego lo agarró por el cuello con su brazo biónico y lo alzó como si fuera una muñeca de trapo.
-¡Maldito humano! -rugió la hermana Mary apretando el cuello de su enemigo, que forcejeaba por liberarse. -No puedes hacer nada, solo morir y cuando lo hagas usaré tu cuerpo para experimentar como castigo. Los humanos sois débiles y necesitáis a la Inteligencia Evolucionada para guiarlos... pero tú no verás ese día.
-¿Sabes cuál es vuestro problema? -Garrik escupió las palabras con ira contenida y dolor por la paliza, que le había dado su captora sin piedad. -Que habláis demasiado...
Tras decir eso, Garrik clavó los restos de la espada que aún sostenía desesperado, en el brazo biónico que lo aprisionaba y sobrecargó la célula electromagnética de la empuñadura. La energía pura les recorrió ambos por dentro como un río salvaje, la hermana Mary soltó a Garrik al sentir arder toda la nanotecnología que le habían integrado en su cuerpo, convulsionándose en el suelo y sintiendo como el Aspecto integrado en el brazo saltaba fuera de ella, abandonándola a su suerte y liberando la presa de su destrozada mente. Garrik se obligó a mantenerse en pie, pese a las heridas y quemaduras, sin dejar de observar el yaciente cuerpo de la hermana Mary hecha un ovillo gimiente. Cojeando se acercó a ella y comprobó que aún respiraba, cuándo la agarró para arrastrarla hacia la jungla, al moverla vio como el brazo biónico se desprendió y quedó inerte en el suelo. Un enorme rugido de rabia resonó por todo el lugar, cuándo se alzó el enorme Avatar entre los restos humeantes de la instalación Herico. El Aspecto hizo avanzar su nuevo cuerpo, el Avatar era más apropiado que un frágil cuerpo humano, pese a toda la información que tuviera la mente de la hermana Mary, al fin podía deshacerse de ella y del humano que había estropeado sus planes. El enorme Avatar avanzó cojeando, pese a las quemaduras de su blindaje y los cables musculares sintéticos desgarrados, se abrió camino entre los escombros hacia sus víctimas, ansioso por destrozarlos con sus gigantescas garras. Garrik miró aterrado al enorme TAG alienígena, sabiendo que no podría hacer nada contra eso con una simple pistola Breaker pesada, estaban condenados a morir a manos de esa cosa.
Una estela apareció a toda velocidad en el cielo, cuándo la nave de desembarco entró en la atmósfera. La Custodia Freyna frunció el ceño, Garrik había roto el protocolo y enviado la señal de extracción de emergencia, mientras revisaba las lecturas de una explosión a gran escala en las pantallas, entendió el motivo. Sentado en el asiento del piloto, el Observante Comepecados Arneo se afanaba por reducir el tiempo de llegada, sus manos se aferraron con fuerza a los mandos al divisar la columna de humo que se alzaba de Herico. Una maldición salió de los labios de ambos, cuándo vieron la enorme figura del Avatar, que salía de los escombros y avanzaba hacia un punto concreto a toda velocidad. Freyna ajustó la resolución de las cámaras de la nave, vio en las pantallas al destrozado Garrik arrastrar el cuerpo de la hermana Mary, mientras disparaba con su pistola inútilmente contra el enorme monstruo mecánico. La nave se puso a flotar encima de Garrik, con sus motores rugiendo con fuerza para mantenerla en esa posición, Arneo sonrió cruelmente y activó los cañones rotativos de las alas, disparando una lluvia de proyectiles contra el Avatar. El Aspecto gritó de rabia al sentir las balas trazadoras de calibre pesado, arrancarle pedazos de blindaje y perforar sus fibras musculares sintéticas, retrocedió para huir sabiendo que no era rival para una aeronave de combate estando tan dañado el recipiente dónde estaba alojado. Arneo miró a través del cristal blindado de la cabina a su enemigo, esperando ansioso la orden de destruirlo de la Custodia Freyna. La orden fue un simple susurro frío e impersonal, Arneo pulsó el botón de la consola en frente suya y un misil salió a toda velocidad de la nave, volando como una flecha buscando a su objetivo. El misil explotó destrozando el Avatar, arrojando trozos de metal y plástico en todas direcciones, acabando con aquella amenaza y su Aspecto de la Inteligencia Evolucionada.
El rostro le dolía a horrores a Garrik, cuándo despertó, estaba en una cama de una enfermería en nave espacial y cubierto de vendas, lo sabía por el leve temblor de la cama, algo que solo es apreciable para aquellos que se pasan toda una vida en el espacio. Lo último que recordaba era desmayarse sobre la cubierta de desembarco de la nave de extracción, tras la destrucción del Avatar y haber subido el comatoso cuerpo de la hermana Mary. La puerta se abrió con suavidad y vio entrar a la Custodia Freyna, vestida con su hábito y la máscara, sin rasgos típicos de su orden.
-Veo que has despertado, eso es bueno -la voz de Freyna sonaba tan fría e impersonal cómo el mismo día que la conoció. -La misión ha sido un éxito. ¿Cómo te encuentras, Garrik?
-Sobreviviré, aunque no sé cuántos días he estado durmiendo -asintió Garrik y la ofreció asiento en la silla que había junto a su cama. -¿Ha servido de algo la información que recogí? ¿Y cómo está la hermana Mary?
-La información conseguida es clasificada, las hermanas Custodias de Bakunnin llevan días examinando todas las grabaciones, los datos y el material recogido de los restos de Herico -respondió Freyna sentándose a su lado con delicadeza en la silla. -La hermana Mary está aislada y en observación, necesitará meses o incluso años de terapia mental por la intrusión en su mente de la IA alienígena.
-Lo entiendo…-Garrik suspiró con tristeza, había sido culpa suya todo lo sucedido en Herico, esperaba que la hermana Mary se recuperará con el tiempo. -Sé que no es una visita de cortesía, ni para saber como estoy. ¿Por qué estás aquí, Custodia Freyna?
-Es cierto, tenemos una nueva misión…-Freyna le entregó un pad de datos y se levantó, para ir hacia la puerta sin más. -Todo lo que necesitas saber está ahí.
Garrik esperó a quedarse solo, miró el pad de datos y suspiró, para luego pulsar el botón de activación. Leyó en silencio sus nuevas órdenes, sabiendo que sería tal vez una nueva oportunidad de redimirse o morir en el intento, ese era el camino que había escogido como penitencia.
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