Las explosiones y los disparos de bláster rugían hambrientos de vidas imperiales, cientos de ciudadanos se habían alzado en armas, espoleados por los rebeldes y la muerte del Emperador Palpatine. El sargento Neavi sintió el zumbido sobre su cabeza de los cazas Tie Figthers y los X-Wing, mientras decenas de Stromtroopers se retiraban disparando hacia las lanzaderas de evacuación. Los gritos de las órdenes de una agente del Boreu imperial resonaban a través del receptor de su casco, su mirada la buscó y la vio sobre los restos de un caminante AT-ST, en ese instante el haz de un rifle francotirador marcó su pecho y subió hacia su yelmo, un disparo impactó contra su cabeza, derribándola de su posición elevada. Lanzando una maldición, corrió hacia la posición del agente imperial abatida, la encontró en el suelo hecha un ovillo y sangrando por la boca, casco había evitado que su cabeza explorará como una fruta al ser golpeada por un martillo pilón. Suspirando ampliamente, guardó su rifle de asalto y se echó al hombro a la agente imperial, para luego correr hacia la lanzadera de evacuación más cercana. Los disparos pasaban a su alrededor, arrancando trozos de cemento de la pista y derribando a otros Stromtroopers en su frenética retirada hacia las naves. Neavi subió la rampa de la atestada lanzadera y dio la orden de despegar, que fue recorriendo de boca en boca hasta llegar a la cabina del piloto, la rampa hidráulica gruñó al subir y cerrar la bodega de carga. La nave vibró cuándo los motores se activaron a toda potencia y despegó hacia la órbita, mientras Neavi se abrió paso entre los soldados y técnicos imperiales, sin soltar a la agente imperial en ningún momento. Cuándo llegó a la cabina, dejó con cuidado a la herida agente imperial en asiento del copiloto y miró hacia la bodega, buscando entre los apiñados soldados, oficiales y agentes si había algún médico.
-¿Hay algún médico en la nave? -preguntó Neavi con la voz distorsionada por el amplificador del casco y la ira, esperando que su acto de salvar a la agente imperial no fuera inútil. -Tengo una oficial de alto rango herida y necesita tratamiento urgente.
-Yo soy médico de combate, señor -alzo una mano un Stromtrooper del fondo de la bodega, qué empezó a abrirse paso entre la multitud apiñada. -Aunque apenas tengo equipo o material, pero intentaré hacer todo lo que pueda, señor.
-Bien, hazlo que puedas por ella -asintió Neavi, observando al soldado cubierto de salpicaduras de sangre quitarse el casco, dejando ver un rostro cansado y ojeroso. -Aunque sé que estás agotado, cuándo termines con ella, deberías atender a los demás heridos.
El soldado asintió en silencio sin dejar examinar a su paciente, para empezar con su tratamiento, quitándole de los hombros la responsabilidad de la agente imperial a Neavi. Suspiró ampliamente y luego miró a través del cristal de la cabina, una docena de cazas Tie Figthers y lanzaderas los seguían fuera del planeta, mientras eran perseguidos por cazas rebeldes Y-Wing y X-Wing para destruirlos. Neavi vio cómo la flota rebelde marchaba a la flota imperial del sistema, sabía lo que tenía que hacer, si quería salvar al máximo de efectivos con vida, lleno de determinación indicó que activará el canal de comunicación con el resto de naves que los seguían y lo enlazará con el comunicador de su casco.
-Aquí el sargento Neavi Macan, número de identificación NM1457 -Neavi habló con tranquilidad, sin apartar la vista del combate espacial cercano al planeta que abandonaban. - Marsix ha caído y la flota está a punto de ser derrotada, orden de retirada al punto estelar A54Y4.
-Aquí jefe de escuadrón MS2W95, recibido -resonó la voz del líder del escuadrón de Tie Figthers que les seguía en el oído de Neavi-. Saqué de aquí a las lanzaderas, nosotros entretendremos a esta escoria rebelde y nos reuniremos con usted con lo que podamos salvar de la flota.
-Buena suerte, jefe de escuadrón -asintió Neavi, sabiendo qué debían hacer ya el salto al hiperespacio si querían sobrevivir. -Salto a las coordenadas en treinta parasecs, todas las lanzaderas en formación.
La docena de Tie Figthers giraron para encararse a sus perseguidores rebeldes, mientras las lanzaderas saltaron todas a la vez al hiperespacio, alejándose de aquella zona de guerra. El viaje duró cinco días, pero a Neavi le habían parecido semanas allí hacinados en aquella pequeña lanzadera, dónde el hedor a suciedad, sangre seca y sudor rancio se hacía cada vez más insoportable. Una sonrisa apareció en su rostro sin afeitar al salir del hiperespacio, al ver el enorme planeta gaseoso Yavin y sus lunas, allí yacían en órbita a la ciarta luna los restos de la estrella de la muerte y de las naves del ataque de venganza, que dirigió el propio Darth Vader. Neavi iba a usar la abandonada y arrasada base rebelde para reorganizar a los supervivientes, era el lugar perfecto dónde esconderse de la Nueva República y los Rebeldes. Sintió la mirada de la agente imperial clavada en él, se giró y sonrió levemente al ver su intrigado rostro pidiendo una explicación.
-Agente Nalia, nuestro objetivo es la cuarta luna de Yavin -respondió con suavidad a la agente imperial, que hacía un par de días que había recuperado el conocimiento. -Ahí hay una base arrasada de la Resistencia por el propio Darth Vader, yo estuve entre las tropas de apoyo a la 501. Es un sitio perfecto para reorganizarnos y recuperar fuerzas, para luego lanzar nuestro contraataque para restablecer el Imperio.
-Buena trabajo, Sargento -Nalia asintió, al ver con sus oscuros ojos negros el campo de escombros formados por naves y los restos de la Estrella de la Muerte, calculando mentalmente la cantidad de todo el material recuperable para rearmarse. -Es el lugar perfecto para nuestra venganza, es casi poético que vayamos a usar los mismos recursos de los Rebeldes contra ellos.
Neavi asintió, sabiendo que el mismo sería uno de los que comandaría la reconquista de la galaxia, reuniría todo lo que se pudiera de aquel cementerio y atacaría a la Nueva República con ataques de relámpago y de guerrilla, llevaría el mismo caos y destrucción que ellos habían llevado al Imperio, que lo liberó de ser un esclavo en el planeta separatista de Marsix, más de dos décadas atrás.
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